18/05/2016

Anibal Troilo

EL GORDO TRISTE...???

“Todo el mundo al Marabú / la boite de más alto rango / donde Pichuco y su orquesta / harán bailar buenos tangos”.

El maravilloso poema que le dedicó el gran Horacio Ferrer a su gran amigo Anibal Troilo (El gordo triste), creo yo, describe una parte de la vida de Pichuco. El gordo de oro empezó desde muy chiquitito a codearse con el tango y con algunos compañeros colegas de lujo: Pugliese, Vardaro, Gobbi, etc. Y entre ellos se respiraba una alegría única porque estaban gestando el segmento más importante de la historia de nuestra música nacional y popular. Luego, con el tiempo, con la madurez, se volvió un tipo sensiblero y nostalgioso, allá por los 50 cuando se le fueron algunos de sus compinches más queridos. Sin embargo siempre tuvo una sonrisa a flor de labios para demostrar que era un tipo agradecido a la vida. Por estos días estamos conmemorando un aniversario más de su desaparición física, nunca mejor aplicado esto último, porque el gordo nunca se irá de nuestro lado, su excelsa música nos acompaña a cada momento en la vida. Decir Pichuco es imaginar a mi vieja, a la mañana, trajinando con los quehaceres del hogar y el sonido de la vieja radio cajón sintonizada en Radio El Mundo, y escuchar el arranque del programa de Raul Moyano y la cortina musical del gordo con Grela. Mi vida se acunó en tangos y, en especial, con las grabaciones de Pichuco. Llegar a la casa de mis tíos catamarqueños, grandes milongueros, era una fiesta, porque allí estaba la vitrola donde escuchaba Malena con la maravillosa voz del negro Berón con la sinfónica del gordo. Es un personaje que nunca se despegará de mi vida hasta que me tome el piro, porque es tango en su más pura esencia, es barrio, es arrabal y, fundamentalmente, es pueblo. Al buen decir de Horacio “Tango es algo que la noche va silbando y no esta en ningun repertorio”, pero seguramente en ese silbido hay un tango de Pichuco que no sabés ni porqué brota de forma espontanea. ANIBAL CARMELO TROILO nació el 11 de julio de 1914, en el barrio de Palermo, Buenos Aires, y se las picó el 18 de mayo de 1975. Porteño hasta la médula, y fanático del centro de la ciudad, contó una vez Zita, su esposa, que vivían en Belgrano y Entre Ríos (Congreso) y el gordo, sentado en el umbral de su casa le preguntó:¿cuando volvemos a Buenos Aires..?? Era una montaña de ternura que, cuando empuñaba el fueye, te derretía. No fue el músico más talentoso ni más prolífico, pero sí el que más se metió en la piel de la gente. Por su orquesta pasaron los más grandes músicos que luego se transformarían en grandes directores y compositores, incluído el brillante Astor Piazzolla. Del 37 al 75 todos sus cantores fueron de gran calidad. Para componer se juntó con los mejores poetas de su tiempo con quienes tuvo una relación casi de hermandad. Y esos personajes lo amaban y admiraban profundamente. En 1999 nos regalaron un perrito blanco, inmaculado (samoyedo), que vivió a nuestro lado por 15 años, noble, bueno, guapo, compañero...¿como se llamaba..?? PICHUCOOO por supuesto. Y que mi hogar sea en la calle Parana, tampoco es casual, él vivió en la misma calle a metros de la Avenida Corrientes donde ensayaban con Rivero el bellísimo “Sur”.

Este recuerdo que es solo una visión unilateral de un ídolo tiene el final de quien me distinguiera con su amistad y que escribió el libro más hermoso sobre el gordo, mi querido y recordado Horacio Ferrer:

 

Y ahora que las aguas van más calmas
y adentro de su fueye cantan pibes,
recuerde y sueñe y viva, gordo lindo,
amado por nosotros. Por nosotros.

 

Una vez más, gracias a la tecnología, nos damos el gusto de compartir un encuentro televisivo de dos íconos fundamentales del tango canción, el gordo y el polaco, se admiraban mutuamente. Disfruten y compartan.

 

https://www.youtube.com/watch?v=RYOSm9geoHI



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Pichuco