21/06/2016

Alberto La voz de Oro del Tango

RECORDAMOS “LA DESAPARICION FISICA” DEL TANITO

La voz de oro del tango, nunca mejor definición, en el momento, dada por el gran Alfredo Gobbi acerca de las condiciones vocales de ALBERTO MARINO. Su verdadero nombre era Vicente Marinaro y había nacido en Verona, Italia, el 26 de abril de 1923. Se tomó el piro sin avisar en Buenos Aires el 21 de junio de 1989. Cantor de orquesta excepcional y luego, como solista, una voz inconfundible con un estilo lírico imposible de empardar. Le sobraba gola para el tango. Apelo a una definición de nuestro gomía, que de esto la sabe lunga, Ricardo García Blaya: “Pasaba de un potente agudo a un profundo bajo con la facilidad de los elegidos, poseía un vibrato inconfundible pero del cual no abusaba.” En el comienzo de la época dorada del tango tuvo que elegir entre Biagi y Troilo, optó por el segundo y dejó una gran cantidad de hermosas grabaciones, algunas de ellas difíciles de igualar, por la calidad del cantor y el marco de esa maravillosa orquesta. Cuando se fue de la agrupación de Pichuco formó su propia orquesta cuyo primer director fue nada menos que Emilio Balcarce. También grabó, en dos oportunidades en su vida, junto a las guitarras del maestro Roberto Grela. Siempre se supo rodear de muy buenos músicos. Lo mismo hizo en la década del 60 con el troesma Jose Canet. Su gran filón era el tango, con el melodrama tano de por medio, pero podía cantar una zamba con la misma suficiencia. Se dió el gusto de grabar con excelentes directores como Miguel Caló, Armando Pontier, Carlos García, Osvaldo Requena y Alberto Di Paulo. Se fue con 66 años, con la voz intacta, a causa de una cirrosis, curioso porque jamás probaba ninguna bebida alcoholica. En 1989 quizás no existía ni la detección, ni la prevención de las enfermedades hepáticas, como ahora. Tuve oportunidad de tratarlo un par de veces, era una persona seria y muy respetuosa, y respetable, que le gustaba decir algunas frases como si fueran sentencias. De él me quedó que los seres humanos no morimos sino que “desaparecemos físicamente”, en el caso de los “recordables” algo de razón tenía. Como muestra de sus virtudes sonoras lo vemos y escuchamos en uno de sus grandes éxitos “Farolito de papel”. Que lo disfruten.

Gracias por compartir nuestro material.

 

https://www.youtube.com/watch?v=rxsN38umVYY



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Alberto muy joven